jueves, 21 de mayo de 2015

Posted by DeliriumDrake On 12:18 p. m.

'The Slow regards of Silent things'
(me gusta más su título en inglés)


Antes de lanzarme a hacer la crítica del libro, tengo que hacer un pequeño inciso.
Primero, este no es un libro normal; el autor lo deja bien claro en su nota final. Segundo, solo lo leerías porque te empezaste Crónica del Asesino de Reyes. Y tercero, te lo lees porque te quedaron ganas de saber más sobre Auri.
Voy a pasar a explicar estos puntos:
  1. No es un libro normal. Tiene unas 120 páginas (quitando el prólogo y la nota final, algo menos si obviamos los dibujos). Una cosa que me sorprendió muchísimo leyendo, es el estilo de Rothfuss, tan poético, colorido y lleno de emoción. A pesar de que no ocurre absolutamente nada —porque seamos sinceros, además de ver lo que Auri ve y entender mejor cómo piensa y funciona—, narrativamente hablando, este libro no afecta a la trama. Tampoco le pasa nada especial a Auri. Simplemente vemos como se desarrolla su vida durante siete días. He leído muchas críticas duras contra La música del silencio justamente por ese detalle. Incluso el autor da su opinión en la nota final, que no solo es una anécdota en sí, sino que además te cuenta porqué finalmente Patrick se decidió a publicar el libro.
    En mi opinión personal, creo que es un buen relato, a pesar de que no tiene la estructura normal. A mí el personaje de Auri me llamó la atención desde el primer momento que apareció en El nombre del viento. Su presencia intriga, su manera de hablar y referirse a las cosas te dejan con ganas de que Kvothe indague más en su vida. Con este libro, Rothfuss nos dio la oportunidad de conocerla mejor y eso es lo fascinante. Auri ve belleza en las cosas más mundanas, y llega un punto en que no sabrías decir si es que realmente está loca o es un genio (como pasa con Elodin). Yo lo recomiendo a los fans de la trilogía, especialmente si aprecian el precioso estilo que utilizó el autor para escribir la obra. Eso sí, que nadie se espera un principio-nudo-desenlace, porque no hay.
  2. Hay que leerse los anteriores libros. Una persona que no se ha leído la saga no entendería ni la mitad del libro (y eso que es corto). Yo también me perdí leyendo, muchas veces porque Auri utiliza muchísimos términos al principio que no entendemos (puesto que le pone nombres a cosas y lugares). De todas formas, lo que se disfruta es las aventuras de Auri por la Subrealidad, su afán por colocar las cosas en su sitio, el anhelo por volver a ver a Kvothe (lo que me resultó super adorable) y lo feliz que es viviendo la vida tan extraña que tiene.
  3. Auri. Si te compras este libro, es porque necesitas tu buena dósis de esta señorita tan bizarra. Y créeme, no decepciona. Me fascinó leer sus pensamientos, ver el mundo a través de sus ojos, sentir las cosas como ella las percibe. Me encanta Auri, porque es muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Ella no tiene grandes objetivos ni metas. Vive al día, libre e inquieta, acompañada por Foxen (una luz que Auri mantiene en una botellita).
    Quizá eché de menos saber cosas más íntimas sobre ella. Seguimos sin saber de dónde viene o qué le pasó para acabar viviendo escondida; tampoco sabemos su edad o su nombre real. Y si realmente está loca o no.
Analizados los puntos, voy con la crítica general del libro.

A mí me gustó, no tanto como los otros dos libros pero lo disfruté muchísimo, especialmente el estilo que utilizó Patrick Rothfuss. Lo que sí tengo que decir negativo es que me imaginaba que el autor utilizaría este libro para desvelarnos cosas sobre Auri y no lo hizo. Es decir, nos cuenta cómo vive, cómo se alimenta, qué hace y demás. Pero seguimos sin saber realmente nada de ella. Sigue siendo el mismo misterio de los libros: aquella chica que aparece cuando Kvothe toca su laúd.
Es una lectura fácil, entretenida y se lee en una sentada.
Los dibujos no me agradaron tanto. Si hubiesen puesto unos más llamativos, la obra hubiese ganado más. Porque la verdad, prefiero ver dibujos de Auri haciendo cosas y no de cosas y lugares.
Sin más, un estilo estupendo, un personaje interesante pero una trama olvidable.